lunes, 6 de diciembre de 2010

Why not?

Deja ya de reconvenirme, y disfrutemos de la vida. Mientras hoy tengamos para comer, no pensemos en el mañana. Pues de la muerte no se libra nadie, ni el pobre ni el rico, ni el doctor ni el pastor, ni el papa ni el sacristán, ni el señor del alto linaje ni su criado, ni tú con oficio ni yo sin ninguno. Así que, como no hemos de vivir para siempre, gocemos y divirtámonos, que pocos llegan a la vejez, y de los que llegan, ninguno se muere de hambre. Aunque los ricos tienen mejor aparejo que lo pobres para ganar el cielo, ninguno está nunca contento, ni tiene bastante. En este mundo quiero vivir el día, y tener luego un rincón en el paraíso.

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